miércoles, 14 de septiembre de 2016

¿Porqué costará tanto olvidar?

¿Porqué costará tanto olvidar?
¿Porqué costará tanto decir: "ya está, lo he superado"?
He cerrado capítulo definitivamente y no me duele.
No me duele recordar y vivir, lentamente en mi
cabeza, todos y cada uno de los recuerdos.
No me duele oler, ver colores, sentir emociones que
me recuerden a eso.
¿Porqué costará tanto olvidar?
Dejar de aferrarse a esa mano que tiene que irse.
Que tiene que irse muy lejos y no volver.
O al menos no volver por un tiempo.

La clave está en que no cuesta, simplemente porque
no se puede.
No se puede olvidar aquello que has querido
realmente.
Aquello que ha sido real, verdadero.

Lo único que puedes hacer es vivir con ello.
Dejarlo apartado en un rinconcito de tu corazón y
seguir hacia adelante.
Porque en un futuro, sí, ya no dolerá lo mismo que
solía doler, pero no lo habrás olvidado.
Porque cuesta mucho olvidar.

viernes, 22 de abril de 2016

Heterofobia.

   Imagina que un día todo ha cambiado. Que las cosas han dado un giro y que ahora todo es al revés.
Eres una persona, normal y corriente, que conoce a otra del sexo opuesto. Sois amigos y, poco a poco, surge el amor. Vais quedando y hablando y, a medida que pasa el tiempo os dais cuenta de que os estáis enamorando el uno del otro.
   Empezáis a salir pero hay un problema: vuestros padres no aceptan la relación porque estás saliendo con alguien del sexo opuesto. Creen que es algo temporal, algo que pertenece a la adolescencia y que, conforme crezcas, se te pasará. Pero eso no es todo: tus amigos también te juzgan por el hecho de que estés saliendo con esa persona y a menudo en las redes sociales te insultan por ello. "Estás enfermo!", "Ve al psicólogo!", "Si te tomas una pastilla se te pasa."
   A ti, todo esto no hace más que afectarte y piensas: "Porqué se comportan así si solo es amor?". Y es que la respuesta es tan simple como la pregunta: es solo amor.
   La sociedad de hoy en día tiende a juzgar a las gente por el género de persona con el que está, y se olvidan de que no importa como seas o cuales sean tus preferencias sexuales, sino que lo realmente valioso es la esencia de esta y como te marca.

jueves, 21 de enero de 2016

Yo.

Soy cabezota y, si algo se me mete
entre ceja y ceja, no pararé hasta
conseguirlo.
Que sí, que a mi siendo borde no me
gana nadie, porque suelto las frases
más destructoras que jamás te han
dicho.
Si esperas que siempre sea segura
de mi misma, lo llevas claro; pues a
veces te puedo arrastrar conmigo al
túnel sin salida.
Pero también soy una cabrona, una
cabrona que te hará reír hasta que
no te quede más felicidad que sacar
de tu cuerpo.
Una tía que, aunque a veces sea
borde, puede traerte la luna si de
verdad le importas.
La inseguridad personificada pero
con un "que no te importe lo que
digan, tú vales más que eso" como
ley de vida.
Las malas lenguas lo llaman cualquiera.
Yo lo llamo ser yo.